Por Eldy Perez (@eldyoperez)
Por allá por los años 1990… no recuerdo la fecha ni el día exacto. Pero fue una fiesta familiar en Los Mameyes, de esas dónde uno amanecía durmiendo en el comedor, yo tenía como 11 años. Uno de los primos mayores en un radio Sony de los chiquitos conectado a una planta, con una bocina y la batería de un carro puso una canción…Una bachata.
Yo que hasta el momento solo escuchaba Sandy y Papo, Proyecto Uno y Fulanito, me comencé a reír por el cantante desentonado, esta bachata diferente a las otras y de mis primos mayores cantando, brincando y voceando “dando aco, dando aco, dando aco”
No fue sino hasta el 2003 en el bachillerato qué un amigo me enseñó esta banda dominicana, una batería que retumbaba, unos acordes de guitarra impresionante y un vocalista como con 8 pies de altura y una voz PROFUNDA. Desde ahí Toque Profundo fue la banda que se convirtió en algo que debía escuchar todos los días. Quién me diría que el 26 de abril del 2024 yo sería el primo mayor que estaría cantando a todo pulmón “Dando Aco, Botas Negras, Cría Cuervos, Libérame” entre otras canciones de este álbum.
El concierto inició a las 10:30 de la noche en casa de teatro con pilas de una vez. Abrieron inmediatamente con “Levántate¨. La verdad que Toque Profundo ha sido una banda que desde el primer acorde puedes identificar la canción. Siguieron cantando todo el álbum de Cría Cuervos. Y para complacer al público luego de acabar el álbum la siguiente canción fue “El Viajero” seguido por “Ángel Ciego” “Rock Radio” y cerrando la noche con “Mi País”.
Por más de 30 años no ha perdido la esencia, la voz de Tony sigue siendo la misma, y las interacciones de todos los músicos sigue siendo la misma desde hace más de 30 años (bueno, 21 desde que empecé a escuchar a la banda).
Por mi parte solo tuve dos cosas (que no me arruinaron la noche) y ni siquiera creo que tuvo que ver con la banda.
- El espacio, es muy reducido para una banda de la magnitud de Toque y justo llegue, donde encontré espacio fue frente a una bocina que no me dejaba ver la banda, me pase la mayor parte de pie por eso. Había espacio para moverla a la pared y que no molestara ni a mi ni a nadie.
- A pesar de estar sentado justo al lado del bar, los chicos que estaban con el servicio ignoraron justo ese punto. Varias veces les solicité cosas y fue como si mi dinero fuera de forma triangular. Al final decidí pararme y le dije al que estaba en la barra. Todo lo que le pedí a los dos sin éxito. Que me diera dos botellas de agua y las cobrará inmediatamente. Y que ni les dijera nada, porque ya no quería nada más.
Fuera de lo mencionado anteriormente, para mi, el concierto fue todo un éxito desde que llegué. Muchos recuerdos vinieron a mi esa noche.
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